domingo, 1 de mayo de 2011

Ejercicios para controlar la IRA

Ejercicios para controlar la IRA

Para tener control de la ira, existen ciertos
ejercicios que le ayudaran a salir de la misma.
Cuando usted se enoja, el sentimiento de la venganza
llega a un punto máximo donde será bien intenso.

Es aquí donde más necesitas aplicar estos ejercicios
para controlar ese sentimiento. Una vez que sientes
que no puedes obtener nada de esa sensación, la ira
comenzará a disminuir.

Para que esto ocurra es necesario aprender algunos
ejercicios de manejo y control de la ira. Veamos
aquí algunos de esos ejercicios.

Cuando quiera reaccionar para mostrar su ira,
dígase a usted mismo, que va a posponer esa actitud
por unos segundos, que lo hará luego de terminar de
contar hasta diez internamente.

Entonces empiece a contar del uno al diez lentamente.
Después de que haber finalizado, habrá recuperado de
nuevo sus sentidos e incluso su enojo puede haberse apagado.

Estos ejercicios aplicados regularmente harán que
adquiera una especie de dominio sobre su ira y podría
así, cambiar la forma de su vida totalmente y volverse
una persona nueva.

El control de su ira lo convertirá en una persona más
bondadosa. Pero en caso de que no puede controlar su
enojo, lo que debe hacer es redirigir su enfoque a otras
actividades.

Estas actividades pueden ser un dibujo, la meditación o
simplemente dar un paseo. Esto depende del carácter de
la persona que se enoja. Tal tipo de actividades que
son útiles para controlar su ira se denominan como
ejercicios de manejo de la ira.

La respiración es uno de los ejercicios más placenteros
en cuanto  al control de la ira. El primer paso es tomar
una respiración profunda y retenerla durante un tiempo en
la misma posición; luego suelte el aire muy lentamente.
Hacer esto por lo menos cinco o seis veces reducirá su tensión.

Tomar un lindo baño de agua tibia también puede
ayudar a reducir la ira de inmediato.

Si usted se enoja, se podrá ver fuego en su cerebro
debido a la intensidad de sus emociones. Al tomar el baño,
verá cómo consigue reducir ese fuego y como su enojo desaparece.

Los ejercicios de control y manejo de la ira, también
incluyen el trabajo en las hojas o la elaboración de cuestionarios.
Estos tienen el objetivo de  colocar otras cosas en sus pensamientos
mientras en ellos esta reinando la ira.

Es decir, intentan cambiar su enfoque y sacarlo de la situación
que lo hizo enojar. De esta manera, podrá eliminar la ira y
comenzara relajarse.

Cuando asiste a clases de manejo de la ira, le enseñarán ejercicios
de trabajo muy buenos para controlar la ira. Estos ejercicios están
diseñados sobre la base de los términos psicológicos y así se
beneficiará a cualquier persona que quiera librarse de la ira.

Si usted se enoja a menudo y sin ninguna razón; y realmente esta en
busca de una salida, entonces lleve a la práctica estos ejercicios de
manejo de la ira y pronto estará relajado y fuera de tensión.

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Dedicado a tu exito

Tu amiga
Ps CLAUDIA aVENDAÑO QUIÑONEZ

PROBLEMAS CON LA AUTOESTIMA

PROBLEMAS CON LA AUTOESTIMA

Cuando el amor a sí mismo no es correspondido
 

La autoestima ese registro a la vez tan íntimo y tan dependiente de los
otros es examinada con detalles por el autor de esta nota: Por
autoestima entendemos esa autoevaluación que expresa
aprobación/desaprobación. La autoestima, como un sitio web, alguna vez estuvo
en construcción, cada tanto es actualizada y está siempre on line, a menos que
se tilde.


 Por Luis Hornstein
La autoestima es una experiencia íntima: es lo que pienso y lo que siento sobre
mí mismo, no lo que piensa o siente alguna otra persona acerca de mí. Mi
familia, mi pareja y mis amigos pueden amarme, y aun así cabe la posibilidad de
que yo no me ame. Mis compañeros de trabajo pueden admirarme y aun así yo me
veo como alguien insignificante. Puedo proyectar una imagen de seguridad y
aplomo que engañe a todo el mundo y aun así temblar por mis sentimientos de
insuficiencia. Puedo satisfacer las expectativas de otros y aun así fracasar en
mi propia vida. Puedo ganar todos los honores y aun así sentir que no he
conseguido nada. Millones de personas pueden admirarme y aun así me levanto
cada mañana con un doloroso sentimiento de fraude y un vacío interno.
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Todas las personas, aun las menos dadas a la introspección y a observar a los
demás, tienen idea de lo que es la autoestima. En la autoestima participan no
sólo sentimientos, sino también pensamientos y actitudes. Por autoestima
entendemos esa autoevaluación que expresa aprobación/desaprobación. La
autoestima, como un sitio web, alguna vez estuvo en construcción, cada tanto es
actualizada y está siempre on line, a menos que se tilde.
- - -
La autoestima es fuente de motivación. Permite afrontar situaciones adversas,
porque posibilita la cicatrización rápida de las afrentas al amor propio. Todo
fracaso es, desde el punto de vista emocional, doloroso. Cuando alguien se dice
indiferente al fracaso, bravuconea. Así pues, el bravucón apela a la negación
para no sentir miedo, pues el fracaso da miedo: implica una disminución de
nuestras posesiones materiales o anímicas.
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La autoestima incluye facetas que tienen cierta autonomía. Es posible tener una
buena autoestima en el terreno intelectual que contrasta con una frágil en lo
afectivo. Puede variar en distintos planos: laboral, afectivo, intelectual,
corporal, sexual. Es probable que un éxito o un fracaso en un sector tenga
consecuencias en los otros. Es difícil que ciertas heridas narcisistas no
irradien sobre otros planos. Por suerte, también irradian los logros.
- - -
Mientras leo un libro, de algún modo lo relaciono con otros libros y con una
idea mía de cómo debe ser un buen texto. Mientras alguien se percibe a sí
mismo, sucede algo parecido. Pero con la autoestima sucede que lo percibido
el propio sujeto es casi igual al perceptor.
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Los celos implican miedo. Miedo a perder una relación o un lugar privilegiado o
exclusivo. Los celosos nunca disfrutan de su alegría: se limitan a vigilarla.
André Comte-Sponville señala: El envidioso querría poseer lo que no
tiene y otro posee; el celoso quiere poseer él solo lo que cree que le
pertenece.Los celos patológicos se basan en una concepción errónea de
lo que es una relación afectiva, tanto si es amorosa como de amistad. Esos
celos parten de una concepción primitiva: amar consistiría en poseer, y
aceptar el amor de un celoso o celosa sería aceptar la sumisión a su
posesividad.¿Quién es el tercero que camina siempre a tu lado, cuando
cuento sólo estamos vos y yo juntos, pero cuando miro adelante por el camino
blanco, siempre hay otros caminando a tu lado (T. S. Elliot, La tierra
baldía).
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Todos los bebés son prematuros. El cachorro humano es el más dependiente, tal
vez porque no tiene que aprender a volar y cazar por su cuenta, sino que debe
incorporar el mundo cultural, que se transmite por el habla y la escritura. La
prematurez del niño, su indefensión, origina un apego duradero a los primeros
objetos de amor, un deseo de fusión nunca saciado. En todo adulto perdura ese
bebé prematuro que aspira a la unión total con el otro. Georges Bataille lo
dice a propósito del erotismo. Cada ser es único, irrepetible; su nacimiento,
su muerte y los acontecimientos de su vida interesan e implican a otros, pero se
nace y se muere solo. Entre un ser y otro hay un abismo, que el erotismo tiende
a anular.
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Las personas con baja autoestima parecen mansas, pero son muy quisquillosas. No
soportan la crítica que les hace peligrar lo que tienen; en eso se parecen a
los soberbios.
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El síndrome del impostor puede ser crónico en sujetos con baja
autoestima, quienes suelen pensar que no están a la altura del reconocimiento
logrado. Padecen una ansiedad permanente en el cumplimiento de sus tareas. Esta
ansiedad los expone a estados depresivos aun a pesar de éxitos notables. Su
incomodidad ante el éxito se basa en que éste les produce disonancia
cognitiva, producto de la contradicción entre la idea que tienen de sí
mismos y la mirada de los otros. Si bien necesitan los logros, les temen porque
los colocan ante una enorme exigencia.
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Una baja autoestima tiene aspectos beneficiosos, porque la modestia favorece que
aceptemos a los demás y sus puntos de vista. Por el contrario, una elevada
autoestima puede hacer que el sujeto no escuche las informaciones del entorno y,
si bien soporta mejor los fracasos, los atribuye a causas ajenas a él. Para
evitar cuestionamientos, suelen rodearse de halagadores, lo que puede
conducirlos a perder contacto con la realidad, fomentando actitudes
omnipotentes.
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El infantilismo y la victimización son dos modos de la irresponsabilidad. Hay
quien posa de superado, de despreocupado, cuando en realidad es un inmaduro
perpetuo. Hay quien está tan por encima de la culpa que llega a autoproclamarse
mártir. Legítima es la necesidad de protección: otra cosa es pretender, ya
adultos, los privilegios del niño. El infantilismo combina una exigencia de
seguridad con una avidez sin límites, y a la vez evita cualquier obligación.
No renuncia a nada. No importa si el petróleo se agota, si el calentamiento
global aumenta: soy un niño. La autovictimización es la tendencia a concebirse
según el modelo de los damnificados; convertirse en inimputable. Pero defender
mi autoestima, mi libertad, no equivale a colocar a los demás en estado de
deudores respecto de mí.
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Traté mal a un amigo o al empleado que me atendió en el banco. No debiera, me
digo, ir por el mundo atropellando a los demás. Siento un malestar. ¿Culpa o
vergüenza? En la culpa, incide mi autocrítica; puede saldarse mediante un
pedido de disculpa. En la vergüenza está en juego el qué dirán: qué dirán
los otros y, también, qué diré yo de mí. A veces la vergüenza nace de mi
propia mirada. No soy lo que esperaba. Incluso cuando nace de la mirada del
otro, se arraiga en lo más íntimo. Es difícil de asir. Pertenece a la
dimensión del ser, mientras que la culpa pertenece a la dimensión del hacer.
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La vergüenza devora las raíces de la autoestima en forma más corrosiva que la
culpa. Puede amenazar o destruir la confianza. La otra cara de la vergüenza es
el orgullo, propio de una autoestima lograda. Freud relacionó culpa y
vergüenza: la culpa se genera cuando se transgreden las restricciones impuestas
por el superyó, mientras que la vergüenza deriva de una distancia con el
ideal. La vergüenza se diferencia de la culpa en que no se trata de una falta a
propósito de un acto, sino de una mirada ante la cual la persona deja de ser
digna.
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La vergüenza es producto de un psiquismo congelado; la soberbia, de un
psiquismo impostado. La vergüenza inhibe la capacidad de acción y de
imaginación. La soberbia encubre la vergüenza mediante la construcción de una
imagen excepcional, única y omnipotente. La vergüenza es un sentimiento social
Robinson Crusoe, en su isla, no presenta vergüenza. Concierne a
aquello que constituye al sujeto como miembro de una sociedad, afirmando su
singularidad y su pertenencia. Confronta al sujeto con la mirada del otro. Esta
mirada puede obligar a hacer concesiones para mantener un vínculo con los
otros. La vergüenza evita que el sujeto se separe de ciertas normas y valores
propias de su grupo. Expresa conflictos en una sociedad que excluye a algunos de
sus miembros. La vergüenza es índice del deseo de pertenecer a un grupo sin
ser reconocido por él.

Fragmentos de Autoestima e identidad. Narcisismo y valores sociales, que
distribuye en estos días el Fondo de Cultura Económica.


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Carlos Iñón
Psicólogo Clínico
Consultorio en Parque Chacabuco - Caba
Adolescentes - Adultos - Parejas - Familias
Prof. en Psicología
Psicólogo Social - Educador Sexual

Las raíces evolutivas de la xenofobia humana

 

Las raíces evolutivas de la xenofobia humana

[Img #2146]
Macacos rhesus. (Foto: Yale U.)
Al igual que los humanos, los monos tienden a ver espontáneamente a los miembros del grupo de modo positivo, y de modo negativo a los individuos de fuera del grupo.

Los resultados de la nueva investigación sugieren que las distinciones que hacemos los humanos entre los miembros de nuestro grupo (nación, raza, religión...) y los ajenos al mismo, y por lo tanto las raíces de la xenofobia humana, pueden remontarse a por lo menos 25 millones de años atrás, cuando aún existía un ancestro común a los seres humanos y a los monos macacos rhesus.

La mala noticia es que la tendencia a rechazar a los individuos de fuera del grupo parece ser evolutivamente muy antigua, y por lo tanto la xenofobia podría ser una lacra menos fácil de eliminar de lo que nos gustaría pensar, tal como apunta Santos.

La buena noticia es que incluso los monos parecen ser flexibles en cuanto a quién consideran miembro del grupo. Al forastero marginado se le va aceptando poco a poco hasta que ya es parte del grupo. Si los seres humanos podemos encontrar la manera de aprovechar esta flexibilidad innata, eso podría ayudarnos a reducir las actitudes xenófobas.




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Investigacion De mi autoria Acerca del PERFIL DEL AGRESOR SANTANDEREANO EN CUANTO A LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

La violencia es un problema que afecta de manera grave la salud pública y el desarrollo social y económico de amplios sectores de la población. Según la OPS, “es la primera causa mundial de las defunciones de población entre 15 a 44 años, siendo responsable del 14% del total de muertes en hombres y del 7% en mujeres”.
            La violencia intrafamiliar es un flagelo que tiene grandes y muy amplias implicaciones; sin embargo, entre las más importantes está el hecho de ser iniciador de los comportamientos violentos y de grandes costos sociales que se tienen en términos de la calidad de vida y de la productividad para los afectados.
            Tradicionalmente se ha abordado la situación de violencia intrafamiliar desde el punto de vista de la víctima pero no del victimario, identificando aquí un vacío teórico e investigativo importante que dificulta el planteamiento de programas integrales que den real respuesta a la necesidad de dar solución a este problema.
            Es desde ésta realidad psicosocial de donde se puede partir para concebir una intervención, tomando al agresor como foco de la investigación,       puesto que si algo se encuentra suficientemente claro es que no existe una sola causa que determine su agresión contra los demás, sino que se trata de un conjunto de factores que se interrelacionan en cada individuo de una manera diferente, generando así distintas conductas de maltrato.
            Es así como la secretaria de Salud y del Ambiente de Bucaramanga, solicitan se realice un abordaje inicial pero básico para el desarrollo posterior de planes y programas que desde los entes gubernamentales se implementen y tengan impacto en la población afectada.
            De esta manera esta investigación, busca realizar un acercamiento al perfil del agresor de violencia intrafamiliar, como punto de partida en la proyección de futuros estudios que lleven al planteamiento de intervenciones terapéuticas  preventivas con la población atendida desde la Secretaria de Salud.
             Finalmente es de esperar  que esta investigación sirva de instrumento para que grupos  de trabajo interdisciplinarios se interesen en el tema y puedan  generar propuestas  válidas y confiables. Desde la psicología se podrán dar elementos confiables para el diagnóstico y tratamiento de éstos sujetos, al igual que para el manejo  de la intervención que de ellos se haga.

El Cuento como Recurso Integrador

El Cuento como Recurso Integrador

El Cuento como Recurso Integrador:

Pensar el Cuento como Recurso Integrador, es pensar la narración y la lectura como punto de unión en un imaginario simbólico desprendido de lo Real. La lectura es diálogo, interlocución entre el autor y el lector, proceso continuo y de tensión constante entre ambos debido al posicionamiento activo que adopta el lector (acuerdos, desacuerdos con el texto), en interacción recíproca.
El Cuento no acosa, da libertad, entra a lo más íntimo del sujeto a través de la imagen y de la palabra que, por retroacción llega a lo más profundo del psiquismo, a su constitución misma operando en el lugar del sentido, proponiendo un vacío como posibilidad frente al lleno de la imagen especular .
¿Por qué habría de ser integrado un niño a la situación escolar? ¿Qué lo deja fuera del sistema? Es que ¿alguna vez estuvo dentro?
Tomo el bullying como modelo de expulsión para referirme al tema, y me valdré del cuento: ·¿y dónde está ornicar?” ( otros, ej: “La ñina Bonita” como cuento integrador, “Abuela Tejedora”) como recurso para desarrollar mi hipótesis.
Bullying es un término inglés cuyo significado es hostigamiento, acoso, maltrato verbal o físico, discriminación. Olweus lo define como “la exposición de un alumno repetidamente y durante un tiempo determinado a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos”. Por acciones negativas alude a: intención de hacer daño verbal, físico, de modo gestual o incluso por omisión (exclusión de alguien dentro del grupo), siendo una condición importante el desequilibro de fuerzas tanto psicológicas como físicas, es decir, una relación de poder de uno sobre otro.
En todo grupo encontramos, por lo menos, un niño que sufre de acoso escolar y, por lo menos, un acosador, un chivo expiatorio y un líder negativo. Este problema se vio incrementado en los últimos diez años, disminuyendo en cambio, las agresiones físicas cuando aumenta la edad pero intensificando las agresiones verbales.
La falta de implicación de los docentes cuando plantean que son cosas de niños o que se arreglarán entre ellos, lo mismo que los padres, hace que el problema se agrave viéndose más perjudicado de este modo el niño cuanto más pequeño es (en edad). Cabe aclarar que la conciencia de los padres del acosador frente al problema es menor: hablan poco con sus hijos sobre el tema.
Nos interesa tanto el acosado como el acosador, ya que ambos están insertos en lo que llamamos “ relación de violencia ” : la falta de recursos simbólicos que les atañe a ambos; el acosado sufre pasivamente la violencia de su compañero (existiendo los llamados víctimas y los provocadores) y el acosador también sufre violencia, pero de su familia, transformando pasivo en activo; reacciona (con un compañero) activamente, lo padecido en silencio en su casa por agresión directa de su familia, en forma verbal o física, u opera por identificación a los goces de la pareja parental.
Los padres del acosador tienen, entre sí y con el niño, un déficit del registro simbólico; cuando no hay posibilidad de paso a la palabra, sabemos, se pasa a los hechos, al acto.
Si bien el deseo es el deseo del Otro, podríamos pensar que le produce al sujeto la pasividad de su compañero: “¿otra vez sopa?” dicen los niños, cuando ya no pueden más con el repetitivo cotidiano de todos los días lo mismo: peleas entre los padres/agresiones entre ellos y hacia los niños/ castigos verbales y corporales/desdibujamiento de la función paterna/falta de límites.
¿Es que acaso el Cuento se introduce de otra forma en la vida de alguien que no sea por la palabra de la Madre? Es la Madre quien comienza armando e inventando un Cuento para el bebé desde los primeros momentos de vida, significándolo, palabreriándolo, cantándole canciones de cuna que le fueran cantadas, frases que le arman a ese ser desprovisto que viene al mundo ya inserto por las palabras del deseo de la madre y que recibirá el baño del lenguaje desde el primer instante. Juego, Cuento, Palabra, Sueño y Lectura arman una cadena que le ayudarán a entender la vida y sus valores.
Si la función paterna hace marco, si la lectura está del lado de esa función, pensamos entonces la lectura y el cuento como algo que produce una ligazón en lo intrafamiliar, entre el niño y el Otro, entre el niño y los padres, entre el niño y la cultura.
La lectura se ha pensado desde hace años como un medio de conocimiento.
¿Por qué no pensar entonces que el cuento, desde su alto valor educativo, preventivo y curativo puede ayudar a alguien a integrarse en un grupo, se encuentre del lado del agresor o del agredido?

La Importancia de una postura ética en la investigación dentro del CONTEXTO INSTITUCIONAL El comité ético tiene un papel de vigilan...